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Preservación de la madera
La madera es uno de los materiales preferidos por todos para muebles, pisos, techos, puertas, ventanas y demás objetos. Por eso se requiere de una preservación de la madera adecuada.
Sin embargo, algunos tipos de madera requieren de un tratamiento adicional para mantener su brillo y resistencia con el tiempo.
Asimismo, la madera puede deteriorarse al verse expuesta a varios agentes externos como el sol, el polvo, la humedad, entre otros.
Por este motivo, es importante poner especial atención en la preservación de la madera.
A pesar de que es inevitable que la madera se deteriore con los años, sí es posible lograr que se prolongue la vida útil de este material.
Puede que esto amerite un gasto extra, pero vale la pena incluirlo en el presupuesto para evitar que se requiera adquirir un nuevo mueble, por dejar que el actual se deteriore rápidamente.
Siempre es una excelente opción el elegir maderas que posean un alto grado de resistencia para no darle importancia a la preservación de madera.
No obstante, adquirir una madera de alta calidad no suele ser tan sencillo como parece; por esta razón se deben conocer las formas necesarias para hacer que el material preserve su buen estado.
¿Qué es la preservación de la madera?
La preservación de la madera se define como la aplicación de distintas sustancias cuyo fin es evitar que esta se vea afectada por agentes destructores.
A pesar de que las maderas suelen tener grados de resistencia ante el deterioro, algunas especies requieren de una protección adicional para no dañarse.
Por este motivo, la aplicación de sustancias protectoras podrá alargar el tiempo de vida de cualquier producto fabricado con madera, manteniendo su estética y su buen estado.
De igual forma, la preservación de la madera no es un proceso que se debe realizar con tanta frecuencia, pues su aplicación excesiva también podría afectar la madera.
El tiempo recomendable para aplicar estas sustancias protectoras en los productos es cada 3 o 4 meses, con el fin de reforzar la capa protectora.
Existen tres grupos de preservantes para la madera: de creosota u oleosos, de pentaclorofenol u oleosolubles, y de arsenical inorgánico o hidrosolubles.
Asimismo, estos preservantes se clasifican de dos formas:
- A base de aceite como soluciones de creosota y petróleo de pentaclorofenol.
- A base de agua, los cuales se aplican como soluciones de agua.
Cabe acotar que cada uno de los químicos utilizados para la preservación de la madera forma parte de alguna de estas clasificaciones.
Además, cada uno tiene una aplicación y una eficacia que dependerán del grado de exposición de las maderas.
Dependiendo del tipo de exposición al que se coloquen los productos, la preservación de la madera se divide en tres formas:
- Contacto con el suelo: Es cuando la madera está expuesta a altos riesgos de descomposición, requiriendo un preservante de gran impacto.
- Contacto sobre el suelo: Cuando la madera tiene bajo riesgo de descomposición, ya sea por poca exposición o por la resistencia que posee la madera.
- Exposición marina: Cuando la madera tiene contacto con mares o lagos, estando expuesta a altos riesgos de descomposición por la humedad y otros agentes.
Cabe destacar que no todos los tipos de madera son compatibles con cualquier preservante, por esto es importante conocer si la madera seleccionada posee buena absorción de tintes y/o químicos.
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¿Todos los daños son causados por agentes externos vivos?
Uno de los agentes que pocos toman en cuenta es el desgaste mecánico que tiene la madera.
Si es un producto que suele utilizarse con frecuencia, como sucede con los martillos, la estructura de la madera se desgastará.
Tipos de preservación de la madera
Existen métodos para aplicar las sustancias de preservación de la madera. Cada una de ellas aporta un grado de protección que mantendrá la calidad del mueble.
Dependiendo de con el grado de durabilidad y/o la resistencia de la madera, la preservación de la madera se clasifica en:
- A presión normal
- A vacío y presión
- Mediante diseño apropiado
A presión normal
Este tipo de preservación de la madera es aquel que se aplica con herramientas tradicionales, sin necesidad de grandes máquinas.
Lo que caracteriza a este método es el hecho de que la cantidad de preservante que se aplique en la madera definirá la efectividad de la protección.
En este sentido, existes tres formas para aplicar la preservación a presión normal:
Con brocha y aspersión
La intención es “empapar” la superficie de la madera para que el protector cubra la mayor cantidad posible de material.
Suelen utilizarse con preservantes a base de agua y a base de petróleo.
Es un método poco eficaz para obtener una protección adecuada para la madera, pues sólo logra una penetración artificial.
Por inmersión
En este método se sumerge la madera seca dentro del químico para que impregne el material durante un tiempo determinado. Puede ser de cuatro tipos.
En primer lugar, se puede encontrar la inmersión momentánea, donde se sumerge la madera durante unos pocos segundos o minutos. Es usual para evitar hongos.
Luego tenemos la inmersión en soluciones acuosas, dejando la madera en sustancias disueltas en agua durante días o semanas, a temperatura ambiente.
También puede hacerse en soluciones oleosas frías, sumergiendo la madera en pentaclorofernol entre 2 y 7 días.
Por último, existe un tipo de inmersión que alterna la aplicación de preservantes calientes y fríos en intervalos de tiempo.
Por difusión
En este tipo de preservación, la madera debe estar húmeda y verde para ser sumergida en preservantes solubles en agua durante al menos 2 horas.
Después, se colocan de forma compacta para taparlas herméticamente con algún material que elimine por completo la humedad.
A vacío y presión
Este tipo de preservación de la madera suele utilizarse a nivel industrial, pues requiere de maquinaria a gran escala para realizarlo.
Para proceder de forma correcta, se deben colocar las maderas dentro de un cilindro o autoclave, el cual será cerrado herméticamente para aumentar la presión y lograr una penetración profunda.
Luego, se realiza un vacío, para eliminar el exceso de químico que quede impregnado en la madera.
Se puede aplicar mediante células llenas (empleando un vacío inicial) o células vacías (sin vacío inicial).
Preservación de la madera mediante diseño apropiado
Este es un tipo de preservación que se utiliza a la hora de construir edificaciones, de forma que la madera tenga una vida útil prolongada.
En este sentido, la idea del diseño es colocar el material en sitios libres de posibles agentes que causen infecciones o daños graves.
Además, se alejan de las filtraciones de agua de lluvia y de tierra húmeda que pueda ocasionar hongos o atraer insectos.
También se busca colocarla en un sitio con la ventilación adecuada para prolongar la calidad de la madera.